domingo, 31 de agosto de 2008

El tiempo, el implacable... el que se quedó




A veces me pregunto ¿Por qué uno guarda tantos papeles y carpetas y como decimos en Maracaibo: tanto Chechere?. Cada cierto tiempo uno revisa las gavetas y bota un montón de cosas… pero hay otras que se quedan por el peso del recuerdo. Este dibujo tiene casi veinte años y es de las cosas que han visto salir papeles que van directo al basurero, mientras él retorna a su clandestinidad. No está colgado, no está enmarcado, no está enseñado… pero no está olvidado, porque en cada trazo de este dibujo hay un millón de aprecios y… porque no tengo el derecho de botar algo que no es mío, sino de todos los que en ese cumpleaños de 1991, cantamos, bebimos, comimos, soñamos y vivimos. Donde quiera que estén, todos y cada uno de los firmantes de este recuerdo… un abrazo eterno.

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