domingo, 24 de febrero de 2008

¿Qué te pasó Sabina?



NO ES LO MISMO
INVOCAR LOS MEDIOS QUE VERLOS LLEGAR
Darvin Romero Montiel

Yo no sé que hace Joaquín Sabina para traspasar las barreras de lo humanamente posible cuando se sienta… o se eleva a escribir una canción. No sé… y si me interesa, porque probablemente muchos de quienes intentamos ser poetas o trovadores… o simplemente aspiramos a ser bohemios o soñadores, en muchas ocasiones hemos pasado por el trance de temer al ridículo. Y es que no es fácil enfrentarse a las letras para conjugar poemas cuando se ha escuchado o leído a Sabina. Porque además no se trata sólo de aprender el difícil arte de escribir con fina coherencia sintáctica y semántica o con virtuosa profundidad, como Jorge Luis Borges, Vargas Llosa, Saramago o García Márquez, capaces de extraer del mundo real a quienes los leen. Es que las canciones de Sabina –según sus biógrafos… y así lo creemos sus seguidores- son el espejo de su vida entregada a la defensa del derecho a vivir en libertad individual… de la marioneta que cortó las cuerdas cuando aprendió a caminar sola… a respetar la dignidad de “la más señora de todas las putas… la más puta de todas las señoras”.
Hoy me pregunto qué le pasó al Sabina irreverente que se declaró Republicano frente al Real-Franquismo y cuya posición sostiene públicamente… al de la legión extranjera. Hoy solo te pido, hermano, que frente a la charlatanería de Alejandro Sanz y el juego del imperio mediático para acusar al gobierno revolucionario de la República Bolivariana de Venezuela de dictatorial y censurador de artistas, te acordéis de “tu amigo Satán”, no vaya a ser que Lucifer -esta vez en forma de medios de incomunicación- se te haya aparecido de nuevo y te haya vuelto a confundir. Aquí en ningún momento se le ha negado ni la entrada, ni la estadía, ni el canto a Alejandro Sanz, lo que pasa es que a tu compatriota le saben a mierda los pobres del mundo y cree que el jefe de redacción de El País es García Lorca. Perdoname la dureza pero como vos, creo que “al sobaco hay que llamarlo sobaco y al que mata de una vez asesino”.
Como venezolano te digo que en mi país se está librando una batalla peor a la que vos, Serrat y muchos otros libraron contra Franco, aquí estamos luchando contra el mismo imperio que acabó con Allende, con el Ché… hoy con Irak, Adganistán y miles de vidas y países cuyas historias vos conocéis más que yo. Así que identificá bien quien es el diablo y quien es el otro. Si de verdad creéis, como Sanz, que Chávez es Lucifer, hacé lo mismo que el ángel expulsado hizo con vos aquella noche en la que “las doce marcaba el reloj de la sala”. Aparecétele aquí en Caracas como lo han hecho Pérez Esquivel, Sean Penn, Oliver Stone, Nohemí Cambel, Kevin Spacey, Danny Glover, Silvio Rodríguez, entre muchos otros. Estoy seguro que cuando te cuente la verdadera historia y te lleve a volar para que conozcáis las Misiones de asistencia médica a los pobres; las de educación en todos los nivelas, para quienes no tenían oportunidad en las escuelas y universidades; la de alfabetización que hizo que Venezuela fuera declarada por la ONU el segundo país de este continente libre de analfabetismo; las de alimentación; cuando conozcáis la solidaridad y el compromiso social que no muestran los medios y mucho menos va a conocer Sanz a quien solo le interesa ganarse un Grammy y el mercado norteamericano; cuando sepáis que, parecido a lo que vos contáis en tu canción, hace quince años se inició en Venezuela una revolución en la que un grupo de patriotas se levantó en contra del poder absoluto del Imperio Norteamericano… cuando sepáis la verdad, yo sé que te vais a retractar de haber firmado esa apócrifa carta de apoyo a la vergonzosa mentira de Sanz… y más que de Sanz, de la industria que lo usa y que estoy seguro, lo desechará en el instante que lo decida o cuando no le rinda las ganancias aspiradas. Me atrevo a afirmar eso porque tu nombre se ve y se siente disonante en esa lista. Vos no sois de esa lista Sabina, como no lo es Silvio, ni Pablo, ni Buarque, ni Manu Chau, ni Mercedes Sosa, ni Aute, ni Cortés, ni Gieco, ni tantos otros que han pasado la vida intentado escribir “La canción más hermosa del mundo” y no pensando en ganarse un Latin American Awards. Yo sé… o por lo menos eso he percibido de tu discurso de vida, que vos habéis soñado siempre con una revolución social… con un mundo socialista. Créelo hermano, aquí en contra del estatus quo, lo estamos intentando. Vení para que lo conozcáis.
Para finalizar, te pido que le digáis a Alejandro que vamos a ver si mantiene su palabra, porque él dijo que si se recogían tres millones de firmas para que dejara de cantar lo hacía y ya vamos por dos millones y medio.