lunes, 22 de diciembre de 2008

Y... ¿QUIÉN ME DEVUELVE AL ZULIA?


“Y quién me devuelve el lago,
el que con aguas de seda
cautivó a Alonso de Ojeda
y fue orgullo del zuliano”

Con la misma melancolía que ha empezado a pasar de generación en generación… la misma que percibí en mis abuelos… la que mis padres heredaron… con esa misma añoranza colectiva crecí. ¿Y quién me devuelve el lago? Era y sigue siendo la pregunta. Pero ahora… y cada vez mucho más profunda. Porque no es solo el Lago. Ahora son un montón de cosas que van desapareciendo a la luz del silencio ensordecedor del falso regionalismo. ¿Quién me devuelve las patinatas en la plaza Bolívar o el Paseo Ciencia, Enrique Gotera?; ¿Quién me devuelve la Plaza Baralt?... pero no la estructura –que también es importante-, ¿Quién carajos me devuelve el espacio, Lía Bermúdez? Yo quiero caminar libremente por la magia del recuerdo; del tranvía del que me hablaron los viejos; “de las dulceras y la gente que le dio vida”, Willian Atencio. Yo quiero tropezarme con Curubinda, no con Mac Donald; quiero tomarme una cerveza en los “bares de mala muerte” con Gustavo Colina y Juan Carlos Guillén… no una maldita coca cola en un “Fast food de buena vida” con un paramilitar, cobrador de vacuna o un vendedor de dólar paralelo.

¿Por qué en vez de levantar gigantescas y ostentosas vírgenes de plástico y cemento por todos lados para que compitan con la humilde tablita de la Chinita, no invertimos en recuperar el Hotel Granada; las casas centenarias de la calle Falcón; los Palafitos de Santa Rosa; el Mercado de los Buchones; los Ferrys… Rafael Sánchez? Explicámelo vos, Osias Acosta. ¿Por qué no denunciamos la venta de la joya colonial que fue la Iglesia San Felipe? ¿No te habéis dado cuenta que la convirtieron en un Salón de Fiestas, Padre Palmar? No me disfraceis de Manhattan la avenida Bella Vista, Manuel Rosales, ni 5 de Julio de Las Vegas. Más bien ¿por qué no nos devuelven el Complejo Ferial?... ¡Claro! El gratuito, no el del Maruma, que solo pueden pagar unos poquitos.
Por cierto, quien me devuelve el Amanecer Gaitero… Cubillán; el tradicional… Bocachico. Aquel al que podía ir cualquier persona y no los mismos que tienen suficiente dinero pa´ irse todos los años al Festival de la Salsa en Cali o Miami. Aquel amanecer gaitero de verdad y no el vallenatero… o merenguero… o reguetonero. Y dejo claro que no tengo nada en contra de esos valiosos géneros musicales. Ojalá hiciéramos nosotros con la gaita lo que han hecho Escalona, Carlos Vives o Celedón con su folclor: exponerlo en todo el mundo sin cargarlo de ritmos foráneos… Oscar González. Lo mismo que han hecho, desde Jhonny Ventura, hasta Wilfrido Vargas y Juan Luis Guerra con el merengue. Pero en fin… “prefiero mi gaita” Danelo Badell. Lo único que nos falta ver, Ramón Soto, es que la Serenata de la Aurora la den los Pela´os, Tacupae y Bacanos… mientras Nelson Romero y Ricardo Cepeda discuten en la puerta de la Basílica con los policías regionales pa´ que los dejen pasar.






¿Quien me devuelve la Feria de la Chinita? La mía, no la de Marubini o de los empresarios a los que les importa un pepino nuestro gentilicia. Mucha alaraca hubo cuando los dueños de la Polar y Radio Caracas agredieron nuestra gaita, pero bastó que se asomara el bozal del Oso para que se acabara la protesta. ¿Por qué nadie enciende luces y pinta carros para que nos devuelvan los “Amaneceres Gaiteros”, desplazados por lo que ahora llaman “Amaneceres de Feria”, tras los cuales subyace la imposición transculturizadora en pos del dinero: dos grupos de gaitas, uno de merengue, otro de reguetón y cinco de vallenatos. Allí si no somos regionalistas, porque resulta que ahora la Cervecera Regional –por cierto, de los Cisneros, no zuliana- es más tradicional que la Esquina de San Luis… Alfredo Arrieta. Yo no rechazo el apoyo económico que puedan dar, pero no admito que sea a cambio de nuestros valores culturales. ¿Por qué a nadie se le ocurrió pedirle a estas empresas “tan solidarias”, una casita o una bequita pa´que Moises Bracho no muriera en la inciforia? El Zulia es una fuente inagotable de recursos artístico-culturales, sumamente atractivos a los intereses publicitarios. ¿Por qué no agarramos la sartén por el mango y hacemos que nos paguen por preservar nuestras tradiciones, en vez de venderles nuestra identidad para que la desechen y nos impongan una por la cual no vamos a poder pedir nada, porque al fin de cuentas no es nuestra? Eso es lo que está pasando, frente a la vista gorda de todos los “regionalistas zulianos”
¿Ya sabeis “dónde están los poetas”, Wolfan Romero? ¿Será que los secuestró el mercado? ¿Que están muriendo de tristeza? ¿Será que Luis Ferrer no tuvo más Lago al que cantarle? ¿O que a Pachano se le acabaron las tradiciones? ¿Será que “Mi nostalgia” se le hizo real a Simón García… aun estando en Maracaibo? Mucho aguantó Firmo Segundo. Quien se atreve a imaginar a Luis Oquendo Delgado, un 18 de noviembre sentado en sus escalinatas de siempre, escuchando Las musas del Vallenato. O a Mamaota haciéndole coro a Diomedes Díaz en vísperas de la Aurora.



Decíselo vos Heriberto Molina. Explicale al Papi Zuleta que no sólo faltan poetas, sino que sobran los fantoches… los que piensan que la rima es un accesorio; que la poesía es esa vainita blanca que llaman caspa y que la musa la venden en Sarita y Alvarito después de las diez de la noche. Mandale un zurdazo vos a los que creen que Astolfo es un fabulador que inventó a Luis el Perro e hizo “La otra tamborilera” porque la primera no le gustó. Recordale vos, Pedro Rossel a los compositores “facilistos” que “gaitero no es todo el mundo, porque para ser gaitero, hay que ser maracaibero y haber visto el Catatumbo”. Que no es suficiente con querer y que el paradigma no es Coquimba, sino Barrio Obrero de Cabimas. Las cruces del cementerio El cuadrado no le alcanzaron a Octavio Urdaneta… se le acabaron los epítetos y lanza en ristre marco la retirada.

“La piqueta le cayó,
el trabajo es decidido”
la feria y su tradición
ya pasaron al olvido.

¿Qué vamos a extrañar ahora Jorge Luis Chacín? Sin amaneceres gaiteros; sin festivales de gaita (de verdad, no los políticos o publicerveceros); sin Feria de la Chinita. Después de varios años –alternos- fuera de Maracaibo, entiendo que esas profundas ganas de querer estar allá cada dieciocho de noviembre; trece de diciembre o navidad, no son más que una rabia guardada en un rincón de la melancolía. Tal vez sea la extraña necesidad de estar en mi ciudad desahogando año tras año, junto a los amigos y familiares, la tristeza de no tener todo aquello que nos hacía sentir únicos. Hoy me siento orgulloso, León Magno, de lo que tuvimos… y de lo poco que aún nos queda.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

MISILES TELEDIRIGIDOS... CONTRA ZAPATOS TELETRANSMITIDOS




¡Otra vez los medios! Los medios que no transmiten las ejecuciones extrajudiciales del imperio norteamericano en todo el mundo; los que no están presentes con sus cámaras de alta resolución y sus antenas satelitales cuando las bombas norteamericanas caen "por error" sobre escuelas, hospitales y cualquier otro espacio de reunión de civiles indefensos; los que no transmiten las torturas en el interior de las cárceles iraquíes y guantanameras, entre otras; los mismos que no aparecieron por ninguna parte cuando se estaba acabando con la maravillosa reserva histórica, arquitectónica y arqueológica de Bagdad; los medios que decidieron que "La revolución no será televisada"… esos mismos medios, ahora repiten como una noticia de primera plana, con imágenes desde distintos ángulos; audio ambiente; iluminación perfecta; en cámara rápida y cámara lenta… con todo el regodeo del sensacionalismo, el atrevimiento de un colega –valiente por demás- que decidió inmolarse profesionalmente ante la desfachatez de este "salto atrás" de la especie humana que quiso burlarse –tal vez por su inconsciencia patológica- de la dignidad del pueblo iraquí, en su propio seno.
Tal vez haya sido premeditada (de eso no podemos estar seguros), pero lo que sí es cierto es que fue una reacción explosiva… desbordante… impaciente… desesperada de este camarada que resistió menos que muchos de los presentes que tal vez pensaron en la misma acción cuando escucharon decir a aquel cínico genético, que la muerte de miles y miles de iraquíes inocentes y la devastación de un país entero había sido un error. Esto no es una presunción. Quienes pudimos ver y escuchar la teletransmisión antes de que la industria de la manipulación suprimiera el audio de Bush, nos dimos cuenta que el periodista lanzó sus zapatos, justo cuando el criminal confesaba la responsabilidad sobre el genocidio. Simultáneamente se ve el zapato volar como una flecha de dignidad mientras sale de la boca de míster dánger la palabra "error".
Ahora los medios del mundo condenan al periodista en cuestión. Inclusive algunos fablistanes… se disculparon de inmediato con el loco de Washington por la "afrenta de aquel osado colega". Cuántos de ellos habrán pedido disculpas a las madres, padres, hijos y demás familiares de los miles de compatriotas del héroe de los zapatos que murieron mientras caminaban por las calles de su ciudad, recibían clases en sus escuelas… o simplemente dormían. Cuántos se habrán excusado con los dolientes de la invasión gringa por no haber dicho el "quien" o el verdadero "por qué" de las "5-W-H"… regla matriz del ejercicio del periodismo.
Algunos medios sugieren cierta ponderación a favor del "Guillermo Tell de los zapatos", tal vez por tratarse de que la contraparte es el expresidente con el que nunca tuvieron muy buenas relaciones y además porque de este árbol caído se puede sacar toda la leña que se requiera mientras los Demócratas ocupen la Casa Blanca. Pero estos mismos medios, siempre tan bien ubicados… los que prevén la disposición de las cámaras para no perderse ni un solo ángulo del espacio, no muestran cuando los esbirros del –aún- mandatario norteamericano le fracturaron un brazo, varias costillas y quien sabe que otra parte de su cuerpo al conminado periodista… quien por cierto, pareciera no estar suscrito al Seguro de Defensa de "Periodistas sin Frontera" y mucho menos al de "Human Rights Watch".
Propongo una jornada internacional de lanzamiento de zapatos frente a las embajadas de los Estados Unidos, en apoyo a ese colega que aprovechó la ocasión para hacer lo que millones quisiéramos… por ese camarada que lanzó sus zapatos por los muertos de Irak; Afganistán; Kosovo; Palestina; El Líbano; Vietnam; Centroamérica; Chile; Las Malvinas y el resto de Argentina; Bolivia; por Allende; por Arnulfo Romero; por los muertos de Posada Carriles; los del 11 y 12 de abril en Venezuela; los de Chorrillos, en Panamá; los de Haití; los de Vieques; los de la África hermana; por el bloqueo a Cuba; y por el resto de las víctimas del Imperio Norteamericano.

lunes, 1 de diciembre de 2008

NUNCA MÁS ABRIL

Canción: Nunca más abril.

Autor: Darvin Romero Montiel

Arreglos y ejecución de la guitarra: Enmanuel "Maneco" Matos.

Parte del disco "Con fusión de tiempos". 2008