viernes, 21 de marzo de 2008


Pero el delito mayor tiene que ser el de creer que el resto del mundo es estúpido, como piensan los de Globovisión y RCN entre otros estúpidos mediáticos que fueron capaces de invertir su maquinaria empresarial, su tiempo y su personal profesional para avalar el intento de imponer con estúpidos analistas, la estupidez de las estúpidas pruebas presentadas por los estúpidos funcionarios del gobierno de Uribe para condenar a Correa y a Chávez. Y en esa gama de clasificaciones penales habría que determinar la pena para los que dicen tantos disparates, que dan pena. En este caso habría que extraditar a Manuel Rosales para que en Estados Unidos lo condenaran a tres cadenas perpetuas, más doscientos años, seis meses, ocho días, siete horas y una noche con Condollezza Rice. Por su parte Miguel Bosé habría cometido el delito de cantar en un concierto por la paz: “seré tu amante bandido… bandido”. Por su puesto Bush, por promover la discusión de tan estúpidas pruebas en el estúpido parlamento de su estúpido país, queriendo utilizarlas para incluir al gobierno de Venezuela en la estúpida lista de terroristas, tendría que afrontar tres veces la pena capital: primero la cámara de gas letal para sacarle el olor a azufre… después la silla eléctrica para ver si con las descargas se le consigue aunque sea un fósil de neurona que permita el estudio de tan extraño espécimen… y finalmente la horca en la torre petrolera más alta de la Exxon Mobil.

1 comentario:

Malena dijo...

jajaja ¡Que manera tan genial de decir las cosas!