domingo, 23 de marzo de 2008



Cuando uno recorre las principales ciudades del país; revisa las secciones regionales de los periódicos digitales o impresos; ve los noticieros que desde Caracas presentan información local con sus respectivos corresponsales… o simplemente escucha el discurso de los centenares de precandidatos, llega a la conclusión que ninguno de los actuales gobernadores, ni los anteriores a estos, ni los que tienen varios períodos consecutivos como alcaldes y primeros mandatarios estadales, han podido resolver los problemas seculares de los venezolanos. En Lara se dice que hay problemas con la vivienda, con el deterioro ambiental, la drogadicción, la escasez de agua potable; en Zulia que si los secuestros, el robo de vehículos, la contaminación del Lago de Maracaibo; en Falcón problemas de delincuencia común, derrames petroleros; en Caracas, la basura, la delincuencia común, los homicidios, la droga, el buhonerismo; en Los Andes, problemas con los aeropuertos, que si el contrabando, paramilitares colombianos, secuestros; en Los Llanos, el mal estado de las vías, denuncias de fundaciones chimbas, aumento de los pasajes; en Guayana, es la contaminación del Orinoco, la falta de hospitales y escuelas, la tala y quema indiscriminada; en Carabobo, la delincuencia común azota a los ciudadanos… que si las carreteras no sirven; en Aragua, el robo de vehículos; en Cojedes se habla de policías sicarios; en Oriente se cuestiona y sanciona a alcaldes y gobernadores por corrupción; y un sin fin de etcéteras más, reseñan los medios de información.

Ahora, de todo esto se pretende culpar al Presidente de la República. Por lo menos eso es lo que se deduce de los principales titulares de medios impresos, noticieros de radio y televisión y programas de opinión. Es decir que estos interlocutores de la oposición desconocen las responsabilidades de los gobernadores que cuentan con Secretarios de Salud, Educación, Deporte, Cultura, entre otros. Y que además reciben presupuestos del Gobierno Nacional para solventar los problemas en estas áreas. Por ejemplo, el gobernador del Zulia otorga exclusiva responsabilidad al Jefe de Estado por los secuestros y el alto número de robo de vehículos, cuando este gobernante del Estado más rico de Venezuela tiene una policía regional, una Secretaría de Seguridad y una instancia antisecuestro, por cierto con la asesoría del célebre López Sisco. El del Estado Sucre, Ramón Martínez, quien es médico y gobierna Cumaná desde hace más de quince años, responsabiliza al presidente por el mal estado y funcionamiento de los hospitales. Didalco Bolívar y su muñeco ‘e trapo Ismael García señalan al gobierno nacional de ser responsable del deterioro de las escuelas que pertenecen a su Secretaría de Educación. De igual manera, el resto de los candidatos de oposición culpa a Chávez, hasta de las peleas de vecinos en los barrios de sus localidades.

Entonces, en virtud de que según lo antes dicho, Chávez es el responsable de todos los problemas locales y tomando en cuenta que ya pagó la deuda que, hasta hace unos años era eterna; acabó con el analfabetismo; le dio cupo al medio millón de llamados flotantes universitarios que había a su llegada a través de la Universidad Bolivariana y la misión Sucre… y a los otros quinientos mil que no podían ingresar al bachillerato por no tener recursos y ahora están en la Misión Rivas. Ya que creó la redes nacionales de alimentación Mercal y Pdval; ayudó a sincerar el precio del barril de petróleo; creó la red hospitalaria y de asistencia preventiva “Barrio Adentro”, para quienes morían por falta de recursos económicos e indolencia de los médicos capitalistas; operó a todos los enfermos de catarata del país con la “Misión Milagro”; y creó el resto de las Misiones para ir combatiendo al ritmo de las posibilidades la desigualdad social. Como ya Chávez diseñó la estructura, la forma y los mecanismos para enfrentar los grandes problemas de competencia nacional… yo propongo una reforma constitucional para que el actual presidente no pueda ser reelecto continuamente, sino que sea Gobernador Itinerante, por lo menos un año en cada Estado. Así dentro de veinticuatro años, todos los problemas regionales y locales del país estarían resueltos y entonces podría volverse a lanzar a la presidencia… iniciando de nuevo el ciclo, con lo cual complacería a los que se oponen a la reelección continua… y esencialmente nos libraría de tanto funcionario camburero y tanto alcalde y gobernador incompetente.

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