jueves, 24 de abril de 2008


Como se hizo en Venezuela, donde con el golpe de Estado, el sabotaje petrolero, las guarimbas, los saltos de talanquera y las traiciones, se retrasó la verdadera marcha del proyecto socialista, se está intentando en Bolivia. Sin embargo esta oposición no ha terminado de entender que está siendo carne de cañón de un plan made in USA, que les puede costar muy caro. O tal vez sea que, estos seudo-dirigentes ya tienen listo su plan de evacuación para el momento de un estallido popular y pretenden sacrificar a los disociados autómatas que siempre terminan siendo las víctimas fatales de este tipo de conflictos. Recordemos donde está Sánchez de Losada y sus secuaces. Y para hacer una analogía, donde está Carmona Estanga, Carlos Ortega, Patricia Poleo y el resto del combo golpista venezolano. Lo cierto es que en Bolivia está corriendo el reloj de una bomba de tiempo, porque según las encuestas todavía el presidente Evo cuenta con la mayoría… y ese respaldo está representado por un pueblo –sobretodo indígena y campesino- que durante más de quinientos años ha sido explotado y humillado… y que después de más de un siglo de gobiernos excluyentes, hoy se siente parte de una propuesta de cambio que les ofrece dignidad. Un pueblo que recogió el legado de Tupac Catari para volver hecho millones… o como una inmensa marejada del mar que le fue arrebatado, para recuperar lo que le corresponde. Así que el enemigo a vencer en Bolivia es el tiempo. Hay que detener esta cuenta regresiva y desactivar la bomba mediática antes que sea demasiado tarde.

No hay comentarios: