lunes, 14 de abril de 2008


¿Cómo es que ese Aymara, además de convertirse en el primer presidente indígena del continente, desplazando del poder al gringo Gonzalo Sánchez de Lozada, se atreve a proponer la refundación de un nuevo Estado para arrebatar al gobierno imperial la reserva de dominio sobre Bolivia? ¿Cómo es posible que ni con los miles de millones de dólares invertidos a través de las supuestas ONGs, la USAID y la propia embajada norteamericana para frenar el avance del proceso constituyente, se haya podido evitar la elaboración de la nueva Constitución Política del Estado Boliviano? ¿Cómo se puede concebir que, si Chávez lanzó una reforma agraria para combatir el latifundio y la esclavitud rural a los tres años de gobierno, Evo lo haya hecho a los pocos meses?... Y además para devolverle las tierras a sus hermanos originarios. ¿De dónde sacó valor ese cocalero para quitarle el control de la economía nacional a los empresarios pitiyankis? ¿Quién se cree este descendiente de Tupac Catari para enfrentarse pública y firmemente a los dioses del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional? ¿Quién le dio las habichuelas mágicas de las que creció el árbol a través del cual subió a recuperar del poder del gigante, no sólo los huevos, sino la pata de los huevos de oro: el gas boliviano? ¿Cómo concebir que, si Chávez requirió casi cinco años, un Golpe de Estado y un sabotaje petrolero brutal para rescatar su industria petrolera, Morales Ayma lo haya hecho -por iniciativa propia- apenas al año de gestión? Además invirtiendo de un solo plumazo la relación de ganancia 80-20 que estaba a favor de las trasnacionales, para que ahora el 80% le quede al pueblo boliviano. En 2005 las reservas internacionales netas llegaban a 1.856 millones de dólares y hoy superan los 5.000 millones de dólares. ¿Cómo perdonarle que a menos de dos años de gobierno, haya iniciado la nacionalización de la telefonía, que había sido privatizada por gobiernos fondomonetaristas? Cosa que hizo la revolución venezolana después de siete años. ¿Qué sacrilegio es ese de democratizar el derecho a culto, a profesar la religión que uno prefiera y adorar al Dios que le de la gana? ¿Cómo se atreve ese anticristo a negarle a la iglesia católica, el fundamentalismo de imponer su religión con carácter de exclusividad en todas las escuelas de Bolivia?

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