jueves, 17 de septiembre de 2009


¿Amarán como así mismos, estos oposicionistas fariseos que se persignan cada vez que pasan por una iglesia, van a misa todos los domingos y rezan antes de acostarse… al millón y medio de compatriotas que no sabía leer, ni escribir?; ¿o a los cientos de miles que fueron rescatados de la ceguera gracias a la Misión Milagro?; ¿o a los cuatrocientos mil estudiantes “flotantes”, que anduvieron flotando en la desidia de los gobiernos cuartorepublicanos que se preocuparon por crear cada vez más universidades privadas y entregar las públicas, casi en exclusividad, a los “hijos de papi y mami”?.
¿Amarán como a sí mismos, los miembros de la Conferencia Episcopal Venezolana a los dueños de los medios de desinformación que constantemente violan el octavo mandamiento: “No dirás falsos testimonios, ni mentirás”? Obviamente, en este escenario si se cumple el sagrado mandamiento. Seguro que el Cardenal Urosa Savino, no despreciaría la invitación del CNP y demás medios privados a cumplir con el tercer mandamiento: “Santificarás las fiestas”. En las que por cierto también se hace el esfuerzo por cumplir el sexto de los mandamientos (“No cometerás actos impuros”), porque de verdad que en esas galas todo es puro: el whisky, de dieciocho años para arriba; el caviar… y por supuesto, uno que otro puro, auténticamente cubano. Allí se reúnen todos los que aman a Dios sobre todas las cosas… que ellos han acumulado a punta de corrupción, explotación y mentira. Los que cumplen el “no matarás”… porque ellos contratan sicarios para que cometan ese pecado. Los que son fieles al séptimo de los mandamientos, porque no es lo mismo: “No robarás” que “No explotarás”. Eso sí, el último mandamiento nadie puede negar que lo cumplen a cabalidad: “No codiciarás los bienes ajenos”. ¡Claro! Todo lo tienen ellos.

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