martes, 7 de abril de 2009







Una vez secuestrado el Primer Mandatario Nacional, se planificó su asesinato, es decir el Magnicidio. Eso lo ha declarado el propio Presidente en varias ocasiones. ¿Dónde están las investigaciones al respecto? ¿O es que acaso en las leyes nacionales e internacionales se tipifica sólo el delito de Magnicidio, pero no el de “intento de magnicidio”? De eso está de testigo, no sólo el Presidente sino los soldados y civiles que presenciaron y participaron por instrucciones superiores en la planificación de la ejecución. ¿Dónde están los responsables de esta cobarde decisión? ¿A quienes se ha interrogado para procesar esta denuncia hecha pública por el propio Comandante Chávez?
¡Pero bueno! gracias a algunos soldados patriotas y valientes que arriesgaron sus vidas para salvar la del Jefe de la Revolución, el Magnicidio no se llevó a cabo. Pero… ¿dónde están los procesos judiciales por usurpación en contra de los que se autodenominaron Ministros; Viceministros; Embajadores; Fiscales; Contralores; presidente de PDVSA; y demás cargos? Porque el de Presidente de la República no fue el único cargo usurpado. La misma fuente académica que hemos venido citando dice que: Usurpar es “1.- Apoderarse de un bien o derecho ajeno, generalmente por medios violentos. 2.- Apoderarse de la dignidad, empleo u oficio de otro y usarlos como si fueran propios”. Estos delincuentes cometieron el delito en su doble acepción: apoderarse de un gobierno ajeno a ellos de forma violenta y burlarse de la dignidad del pueblo.

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