domingo, 8 de noviembre de 2009

HASTA QUE ME TOCÓ A MÍ







Ayer escribí un artículo para denunciar la tragedia de una familia amiga en la que han muerto dos miembros, por el hecho de no tener dinero para costear la responsabilidad de unos médicos que, no podemos llamar asesinos porque parece que todavía en este país no está tipificado como delito el dejar morir. Cosa que según la lógica criminal, no es lo mismo que matar. Todavía ese texto está publicado en la página actual de Aporrea y hoy tengo que escribir otro para anunciar que esta vez, la lotería del infortunio le tocó a mi familia. En otro escenario… pero el resultado es el mismo: la muerte.
Jomarf Romero tenía 24 años, era estudiante universitario; camarógrafo; Técnico Audiovisual; productor independiente; defensor de los medios comunitarios; protector de animales; en fin… soñador. Además de militante activo del Partido Socialista Unido de Venezuela… y como él mismo lo decía: comunista, como sus padres y su abuelo. Encontró la muerte donde menos la esperaba. No fue en la carretera; ni en una montaña; ni en la playa; ni en un helicóptero; ni en una marcha escuálida en las que se metía a grabar. ¡No! Lo mataron en la casa en la que se celebraba el cumpleaños de su compañera sentimental, quien es Coordinadora de la Misión Barrio Adentro de Maracaibo. Y quien, por cierto, casi muere hace dos años cuando un irresponsable haciendo piques en una de las avenidas principales de esta ciudad la chocó y luego la dejó abandonada, gravemente herida.
Los tipos entraron como Pedro por su casa. Bueno, no se si Pedro podrá entrar a su casa con tanta facilidad como los paramilitares al centro de Maracaibo; o los secuestradores a las empresas y urbanizaciones de esta “Tierra del choro amada”. O como estos delincuentes que llegaron a atracar y le metieron un tiro en la cabeza a mi sobrino. ¡Coño! ¿Hasta cuándo esta vaina?

5 comentarios:

Mharilyng Osorio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mharilyng Osorio dijo...

Con mis ojos llenos de lagrimas y mi corazón chiquitico, engarrotado por esta tristeza, la tristeza de perder a un gran amigo lleno de rectitud, honestidad y buen corazón!

TQM Jomarffff!
Mha

Mayreth Acosta. dijo...

Darvin, no tengo palabras para describir el dolor que siente mi alma, es un dolor que oprime cada fibra, cada poro, bloquea mis pensamientos, me hace temblar hasta sentir asfixia, no hay consuelo para mí alma, porq nada ni nadie me devolverá a mi vida, porq eso es jomarf, la persona que más ame y amare, me queda su amor grabado en mi alma, en mi corazón y en mis recuerdos, gracias por tu reflexión... Te amo amor de mi vida! Siempre serás mi príncipe... Mayreth Acosta

Juan M. Borregales dijo...

Saludos Darvin, excelente artículo, crítica, reflexión o como lo queráis llamar... Josmarf era como de mi familia, sus padres son los mejores amigos de los míos. A pesar de que tenía años que no lo veía, se perfectamente que era tremendo pana, revolucionario y trabajador! Que te puedo decir hermano, nos estan matando!! Abrazos, Juan Borregales

Ysmary Marín dijo...

Darvin, gracias por tus palabras, siento que le hacen honor a mi hijo amado. Ciertamente la partida de Jomarf nos ha sembrado el alma de tristezas, de preguntas, de rabias, el golpe que sentimos quienes tan profundamente lo amamos no puede describirse con palabras. Solo clamo desde mi corazón al Dios de toda misericordia que nos de paz, que podamos superar este dolor refugiados en el dulce recuerdo de la humanidad extraordinaria de Jomarf.
Hijo mío, si pudiera decirte en dos palabras todo lo que recorre mi alma solo podría decirte "te amo".
Tutiita.