domingo, 14 de febrero de 2010

AHORA ENTIENDO LO DE "LA ESTANCIA CARAQUEÑA DE MARACAIBO"



Voy a empezar por decir que, quien cree que lo envidian es porque se autodenomina envidiable y esto –según la psicología- no es más que un “complejo de inferioridad” que sólo los que lo padecen pueden entenderlo como “complejo de superioridad”. No necesito autodenominarme “sencillo; cristiano; poeta; trovador; cantor; compositor; escritor; músico; director; locutor; narrador; declamador; pintor; sensible; radical e inclaudicable”, para serlo. Como lo hace el “amigo sencillo”. No espero halagos y odio las adulancias. Prefiero la humildad del que llega sin epítetos ni títulos y se va admirado de los demás y no de sí mismo. Así que es más fácil conseguir divos en la directiva de “La Estancia caraqueña de Maracaibo”. Y si de mezquindad se trata, yo no hago programas de radio para poner solo mis canciones. En cuanto a lo del resentimiento, no soy yo quien publica textos para expresar rabia porque no lo invitaron a un evento… no sufro de esas egolatrías. Cuando no me invitan a estar en la tarima, voy como público y disfruto igual. Yo si respeto lo que los demás piensan sobre mi propuesta y el gusto es libre. Pantallero es el que rechaza las butacas porque cree que su puesto esta siempre en el escenario. Y para abultar el currículo lo único que he hecho es estudiar, estudiar y estudiar toda la vida y aún lo sigo haciendo… así que esa premisa revolucionaria del Comandante en Jefe la comparto a plenitud porque ya me la sabía. Así que no se trata de que no me hayan invitado a mí, sino del perfil caraqueño del centro cultural marabino en cuestión… aún estando dirigido por quienes se autoerigen como defensores de los valores zulianos. He allí el problema.

Para ir punto por punto debo resaltar otra arrogancia más de quien argumentado que se está graduando de periodista y pretende darle lecciones a quien lleva veinte años ejerciendo esa profesión: “todo periodista debe ir a la fuente, a fin de obtener: la verdad - veracidad - tratando siempre de ser objetivo. De lo contrario, sería un vulgar brollero”. Le aclaro –querido camarada- que no escribí una nota de prensa, sino un artículo de opinión; segundo, el objeto de la crítica fue el cartel anunciado por la prensa (como lo expreso en el texto); tercero saber quién dirige o no “La Estancia caraqueña de Maracaibo” es lo de menos cuando se habla de la programación con la que se iniciaron las actividades. ¿O es que alguien puede pensar que saber que se trataba de zulianos iba a cambiar mi percepción y la de muchos que se sienten molestos porque ninguno de los “Sencillos” que dirigen ese centro cultural en la ciudad haya sugerido que se mantuviera el histórico nombre de “Las Laras”… o que la inauguración se hiciera con artistas zulianos como figuras principales?

Finalmente estimado “poeta sencillo”, lamento que a usted le hayan enseñado que solo Dios no huele a mierda… lamento que haya tenido que vivir con esa condena. Tal vez si le hubiese hecho esa confesión a su amigo Alí Primera, él hubiese podido ayudarlo porque él si creía en el hombre… y en la mujer: “La Patria es el hombre muchacho… la Patria es el hombre”.


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