domingo, 1 de julio de 2007

Nevado Illimani. La Paz. Bolivia




El Dios Illimani

Llegué de madrugada.
Me recibió un frío inédito en mi cuerpo
y una altura que hurtó de mis pulmones
el cincuenta por ciento del oxígeno
que en mi tierra y en mi lago…
en mis ríos y en mi mar despilfarro sin clemencia.
A esa hora, él estaba durmiendo tras la neblina
y arropado de pies a cabeza
con la más hermosa noche tejida de estrellas.

Pero en la mañana…
Aquella invernal mañana de julio,
quedé pasmado ante su belleza…
frente a su imponente hidalguía…
y su derroche de majestuosidad.
Tal vez por no estar acostumbrado
a su destellante mirada,
por venir de lejos con sólo la referencia
gráfica y descriptiva de algunos libros
cuyo papel está imposibilitado de mostrarlo a plenitud…
o del Internet, en el que por la velocidad de la súper autopista en la que circula
se pierde gran parte de su encanto…
tal vez por ser la primera vez que lo tenía frente a frente,
recibiéndome como el más cortés de los anfitriones,
fue que entendí que, pese a que su nombre sugiere masculinidad,
es la más hermosa beldad de este mundo.
Aunque pensándolo bien… tal vez sea cierto que hay un Dios que vive en el cielo
y desde esta altitud se le ve en su aposento.

2 comentarios:

Aurorita dijo...

Hola, que maravilloso poder contar con este blog. Darvin que fotografías tan espectaculares, y los escritos ni se diga; no faltaba más, se que tú eres muy inteligente, te felicito, continúa haciendo lo que siempre te ha gustado. Besos y abrazos, te amo mucho, por favor escríbeme. Cuídate. Aurora Coronado

demexicoalapatagonia dijo...

Hola...No sabes cuànto me costó acceder a tu blog...Pero ahora que me asomé, te expreso tambièn mi amor...y hago coro con quienes tambièn, con razón, te aman...y te admiran...